Vivian Maier
VIVIAN MAIER
Vivian Maier fue una fotógrafa aficionada
nacida en Nueva York; más concretamente el 1 de febrero de 1926; y murió el 21
de abril del 2009 en Chicago, a sus 83 años de edad. No fue reconocida hasta
después de su muerte ya que mantenía sus negativos guardados sin que nadie
supiera de su talento hacia la fotografía, y gracias a John Maloof y su investigación
sobre la chica, actualmente se conoce como una de las pocas mujeres que
retrataron las ciudades por las que pasó a través de su cámara de fotos.
Ella estuvo viviendo entre Nueva York y
Chicago; y aunque su infancia la pasó la mayoría de tiempo en Francia (de donde
procedía su madre) tuvieron que marcharse y huir de ese sitio ya que, tanto su
madre como su padre eran judíos.
A la edad de aproximadamente 4 años, su
padre les abandonó, y junto a su madre y una niñera, Jeanne J. Bertrand, pasó
su infancia. Se dice que gracias a esta chica adquirió su vocación de fotógrafa
aficionada ya que ésta era una pionera de la fotografía.
Vivian Maier era considerada por todo el
mundo como una chica, desde siempre, muy solitaria y con pocos recursos con los
que vivir, teniendo problemas incluso para pagar el alquiler de su propia casa;
y su vida básicamente se basó en ser niñera de ciertas familias acompañada
siempre se su cámara de fotos.
Hacia el final de su vida, Vivian se quedó
sin casa pero gracias a unos jóvenes los cuales había cuidado cuando era más
joven, le pagaron el alquiler de un apartamento y la cuidaron hasta el día de
su fallecimiento. Cuatro meses antes de morir, tuvo un accidente que le hizo
que la llevaran a una residencia de ancianos en Oak Park y fue ahí donde pasó
sus últimos momentos de vida.
Su vida, como se ha podido ver, no fue fácil
en ningún momento; ni incluso cuando era pequeña. Las familias con las que
estuvo decían que ella era bastante solitaria y que nunca había tenido ninguna
cercanía con nadie, exceptuando con los niños a los que había cuidado.
Aparte, éstas también consideraban a
Vivian como una chica bastante reservada con lo suyo; desde impidiendo el paso
de su habitación como con su propio nombre y llegando, a veces, a decir nombres
falsos a la gente con tal de que no supieran la verdad.
MI FOTO DE VIVIAN MAIER
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